hablar de dios...

hablar de dios es un tanto cuanto díficil... puedo hablar de mi dios, que no existe por cierto, o del Dios de otros...

pero hay una situación que me hace pensar, es decir, no me complico por las personas que creen en Dios o las que no creen, cada quien en su fuero interno lo decide, es ahí, en la decisión de creer y de no creer donde pienso que me surgen los problemas...

algo que suele suceder cuando dejamos que nuestros pensamientos a este respecto interactuen con los de alguién más, es que quien por convicción y decisión propia, cree en la existencia de ese algo superior o cómo quieran llamarle, parece sentirse agredido si se le cuestiona su creencia y su fe, pero nunca parece percatarse que sucede lo mismo para quienes no creemos, para quienes parte fundamental de nuestra identidad es saber y aceptar que no hay un dios, cuando se nos pide creer...

me explico, alguna vez vi llorar a alguién tratando de transmitirme su viviencia de haber encontrado a su Dios y después pedirme que no me negara la oportunidad de conocerlo si algún día él venía a mí, es decir, cómo si el error estuviera en mi persona, como si el alma perdida fuera yo, él con toda libertad me pidió estar abierto a la posibilidad de creer, es decir, era correcto o posible pedirme creer pero nunca que yo le pidiera no creer... y esto sucede con casi todas las personas que se han acercado a mi y conversamos de religión y fe, si creen te piden creer pero no te permiten pedirles que no crean... pienso que de ahí mi rechazo a cualquier situación que implique tratar el tema, porque creo que pocos suelen respetar mis creencias, sean cual sean, mi no creer no es valido para algunos desde el momento que me piden no cerrar la posibilidad, como si mi no creer fuera algo fortuito, algo que sólo pasó, y no, mi no creer es decidido, por convicción, con total entendimiento de lo que me significa...

esto me vino a la mente ahora que leía un blogg... no tiene en realidad que ver con lo que se comentaba en el mismo, mi post va en otro sentido... como un mal reflejo de un espejo torcido...