20.3.06

sábado... medio día...

Antes de cruzar la avenida alcancé a ver un auto negro detenido con las luces intermitentes encendidas, esperando el cambió de luces instintivamente me mire la ropa, tenis gris, pants de capoeira azul y playera sin mangas también gris, cambio al verde y pude cruzar, caminaba en sentido contrario al de los autos y mientras me acercaba al auto negro podía jurar que quien estaba al volante me observaba, eso me excitó, baje de la acera y caminé por el lado opuesto al del conductor, abrí la portezuela y subí, me sonrío un chico de gafas oscuras, acto seguido colocó su mano en mi pierna al tiempo que dijo cómo estas, bien, gracias respondí, encendió el auto y preguntó a dónde íbamos, en la siguiente calle doblas a la izquierda y en la siguiente de nuevo y te voy guiando dije, de dónde vienes volvió a preguntar, del gym respondí, estás bien rico, bien flaquito me decía sonriendo y acariciando mi pierna, tomo luego mi mano y la puso sobre su bulto aún no lo suficientemente duro, no hablamos casi anda, o no lo recuerdo, llegamos a donde lo conduje, cuando bajo del auto me di cuenta que era alto y de hecho bastante guapo sin gafas, vestía playera blanca y pants negro, caminamos unos metros y llegamos al edificio casi en ruinas a donde pensaba llevarlo, aquí vives me preguntó, no, pero no te preocupes, es seguro, empujé la puerta, subimos rápidamente las escaleras y apresuré el paso pues empezaba sentir que mi cuerpo quería ser tocado, en cuanto cerré la puerta me abrazó y comenzó a besarme, mi actitud como otras veces fue sólo dejarme tocar, me agrada eso de no hacer nada más que sentir como juegan y se excitan con mi cuerpo, sin yo participar, nos besamos un rato más, tiro de mi playera y a la vez metía sus manos bajo mi pantalón, ahí comencé a tocarlo yo, era delgado pero no flaco como yo, 1.80 quizá, me gustó su cuerpo, me acerco al sofá y con sus manos en mis hombros hizo que me sentara, su mirada hacía el trayecto mi-boca-su-pene y viceversa, me recargué y dije: qué, no quieres respondió respondió, sonreí, baje su pants y vi su pene erecto, ahora si totalmente erecto, grueso, acerqué mi boca y con mis labios comencé a jugar con él, lo hice así un rato, lo disfrute como hace mucho no lo hacía, él me giraba el rostro para ver como podía meterme todo su pene en mi boca, como lo introducía hasta mi garganta, yo jugando con su miembro y mi lengua me aferraba a sus piernas, busque su ano con mis dedos y comencé a jugar con él, terminó por desnudarse y desnudarme, después de un rato lo conduje a la habitación de junto, a una cama, y me pidió que siguiera chupándosela, así lo hice, hasta que casi termina, me detuvo y dijo: quieres que te la meta, bueno, si quieres, dije como si no importara, me levanto rápidamente y me puso boca abajo sobre la cama e intento penetrarme, no pudo, mi culo es demasiado estrecho y es un poco difícil, me levanto de las caderas y me empino de modo que mi culo pudiera recibirlo, luego hizo lo que nadie, me escupió el culo, y luego de nuevo y lo logro, me metió su gruesa verga y sujetándose de mis caderas me penetró de una manera agresiva, ruda, parecía querer golpearme con su propio cuerpo al tiempo que me penetraba, fue inmediato, reconocí la sensación, toqué mi pene y mientras él seguía violentándome yo me corrí, me vine al tiempo que gritaba de placer, fue rápido, certero, doloroso, me corrí sintiendo su verga entrar y salir de mi... me tire en la cama, me embarre de mi propio semen y lo manche a él, me pidió que se la chupara de nuevo, el sabor del látex pronto se diluyó entre mi saliva, me levanto el rostro y me dijo que sacara la lengua, un esténtor de nauseas recorrió mi cuerpo cuando sentí en mi lengua su semen, pero no dejo de ser placentero... terminamos recostados, desnudos, sudorosos, miramos el reloj y era tiempo de irse, no necesitábamos pretextos, no eran necesarios, salimos de ese oscuro lugar, subimos a su auto y una calle después me despedí... caminé a casa tranquilo, con una sonrisa, sin haberle preguntado ni su nombre...

2 comentarios:

Xavsje Herz Von Vanille dijo...

Esa sensacion que queda... tan propia. En cierta forma senti celos. Por ti. Saludos.

Mariana dijo...

¡A esto le llamo historia!

¡Qué cachondo, neta!