ayer por la noche, mientras estudiaba para mi examen de esta mañana (por cierto en la producción escrita puse todo en el tiempo equivocado, así que seguro me ira muy mal, jejeje) me llamó A., tenía rato que no platicabamos tanto, con aquello de que el puto teléfono no sirvio toda una semana estaba completamente incomunicado, el chiste es que ayer llamó A. y nos quedamos platicando alrededor de dos horas, que feliz se escuchaba, creo que el viaje a Oaxaca no sólo fue una experiencia para mí, ella misma me dijo varias veces que había replanteado muchas cosas de su vida, prioridades, expectativas, deseos, etc, todo esto a resultas de que la situación con su novio tiene rato de no ser la mejor y pues los sucesos de Oaxaca le permiten esperar nuevas cosas...
y aquí viene la parte que me importa, hace algunos días supe que el exnovio de una amiga (aquel que fue a Oaxaca con nosostros) se cuestionaba y estaba de hecho en la disyuntiva de "hablarme o no", todo a raiz de que yo a su decir no había hecho nada para evitar que A. hiciera algo que me parece sólo a ella le competía, y el problema no era tanto el QUÉ, sino que cabía la posibilidad de que en la misma situación yo hubiese actuado de la misma manera con M. su exnovia, es decir que no tratara de disuadir o convencer a cualquiera de mis amigas de no hacer algo -en particular, me refiero al hecho de ellas poniendoles el cuerno a sus novios-, entoces pensé mucho en esa situación y cómo efectivamente en relación a mis amigas siempre me comporto de esa manera, osea siempre opto por dejar que ellas decidan su rollo y si en algo cabe que yo haga algo para que no las cachen pues lo hago... pero por qué... pues primero porque yo considero que mis amigas son inteligentes y capaces de decidir sobre sus hechos y su cuerpo, porque no pretendo ser la conciencia de nadie y porque mi amistad no esta fundada en cuestiones morales o eticas, no desde el punto de vista de condenar a mis amigos por hacer algo que yo creo o no que este bien, mis amigos son tan diferentes a mí, tan ellos, tan libres como yo, que pretender indicarles qué hacer me parece tonto, las acciones personales de mis amigos no es algo por lo que yo mida o cuantifique mi sentimiento de amistad para con ellos, y en todo eso estoy cierto, las decisiones que cada uno tome así como las que yo tomo no son condenables, a estas alturas cuando ya casi todos nos pretendemos adultos no cambiaré algo que me parece fundamental en nuestro rollo de amigos, por alguién que parece no entender estas cosas... por eso cuando ese pendejo espera o supone que las cosas que hacemos pueden ser o no influenciadas por los amigos y que ese dejar hacer-dejar pasar es cuestionable, me enoja, y mucho, porque parte del supuesto que mis amigas o amigos son unos idiotas que no pueden decidir por si mismos... y no, no es el caso... habría que enseñarle a ese wey que habemos quienes hemos aprendido a vivir con las consecuencias de nuestros actos y a ser responsables de los mismos...
así que qué feliz me hace saber que A. disfruta de estos días con esa capacidad tan suya de disfrutar el momento sin agobiarse por lo que vendrá, de escucharla reir tras el teléfono al contarme las cosas -mínimas a veces- que la hacen sentir que puede ser plena, saber que no se engaña con fantasias, que se sabe hermosa para ser amada o quiza sólo deseada... pero todo siempre con la certeza de ser responsable de todo esto...
y bueno, la idea de este blog es sólo eso, comentar algo que me traía dando vueltas en la cabeza desde hace unos días... de hecho fue tema de la última sesión con D., así de importante es para mí...
y por cierto, a ese pendejo de O. le ahorraré el trabajo de decidir si me habla o no... ya decidí por él...
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