7.8.09

553... un adios

debo trascender ciertos momentos, muchos, hoy uno de ellos... ahora a seguir mi camino de verdad... ahora estoy solo...

I.

La última vez que nos vimos, que hablamos sobre lo que seguía, dijiste que habías estado esperando 20 días por mi llamada pero nunca dijiste por qué nunca llamaste tú, recuerdo que hablando por messenger te dije que no podía con eso de vernos entre semana y pasarnos el finde juntos porque estaba metido en otras cosas y todo quedó en eso, no se dijo nada más; lo que siguió fue no vernos y sólo platicar por el messenger hasta que dijiste que no podías más con esa situación y que preferías borrarme del messenger y del facebook para evitarte eso de saludarnos y tal pues te hacía daño y fue hasta que yo te llamé para platicar que me dijiste eso de tu espera y de tu decisión de seguir otro camino. Me pediste estar alejados y acepté aunque externé que no era lo mejor para mi. Bueno, la verdad los últimos días han sido muy pesados para mí, echo muy el falta tu presencia, muy en falta que no formes parte de mi vida.

Ya sé, porque lo pienso y lo pienso y llego a la misma respuesta: lo nuestro no funciona, la relación que construimos no funciona; ahora, cuando voy más allá y reflexiono sobre las cosas que sucedieron creo que nos falló algo: en realidad nunca quitamos esa barrera que levantamos cuando nos conocimos, eso de salir juntos sin compromisos y nada más, porque esa fue como una pared que nunca pudimos quitar, ese sin compromiso se quedó ahí. Cuando veo al resto de las personas en pareja y nos pienso en retrospectiva creo que fue algo que nunca logramos, ser un pareja, sí, viviamos juntos y compartiamos muchas cosas, menos lo esencial, y ahí fallamos los dos, porque cuando superaste tu miedo a tener una pareja ya estaba yo muy lastimado como para dejarme ir sin reticencias, hace ya mucho de eso, lo sé, pero creo que nunca superé el tiempo que esperé para que tú quisieras una relación conmigo. Y bueno, luego todo devino en estar juntos pero no del todo.

Del tiempo que vivimos juntos, puedo decir que aprendí mucho, sobretodo de mí, me hiciste ver cosas que yo pensaba normales y que ciertamente no lo eran, la violencia en la forma de expresarme fue una de ellas; también aprendí que si no digo las cosas el otro no podrá adivinarlas, como el no decirte que cada cosa que lograbas me hacía sentirme más alejado de ti, porque significaba que tú podrías ir más allá y yo no, eso era algo que debí decir, de esa manera, claramente y no encerrarme en mis cosas y no hacerte sentir feliz. También aprendí que más que una relación igualitaria debimos pensar en una relación equitativa, porque eso fue algo que no logramos, no servía decirte no puedo ir a cualquier lado contigo si no te decía por qué y entendíamos que eso nos concernía a ambos, no sólo a mí, que como pareja debíamos partir no de acompañarnos en el camino sino hacer un mismo camino, jalar juntos o empujar juntos, y eso no sucedió, quizá nos faltó un poco de experiencia.

Creo que yo tuve mucho miedo, sobretodo a mostrarme vulnerable y mostrar todas las debilidades que tengo, que tú mirabas y que yo negaba; tuve mucho miedo a ser feliz, a quitar ese muro contruido si con dolor, pero que me sirvió de excusa para no liberarme, no me acuso ahora de ser culpable, porque esa pared estaba ahí por algo. Pero si creo que otro principio me hubiera hecho más fácil bajar la guardia, pero no, no tuvimos más que esa historia y no pude con ella. Y luego todo devino en lastimarnos y en lastimarte y en lastimarme, en silencios mutuos, en ausencias mutuas; porque ambos nos abandonamos, en uno u otro momento ambos nos abandonamos. Ahora mismo tú estás seguro de querer otro camino, tan seguro como yo lo estaba hace dos meses, porque hace dos meses que dejamos de vernos en verdad estaba seguro de querer otra cosa, en verdad estaba decidido a dejarte sin importar nada, porque me sentía seguro de lo que veía, porque creía que no me faltaba nada y ya ves, cuando creí que nada me faltaba me di cuenta que lo había perdido todo, a ti, por cierto.

Pero no a I. el que me ofrecia todo su tiempo y todo su espacio, ese no, ese I. me agobiaba, porque soy sincero en eso, no puedo con la idea de ser el todo de alguien, porque a pesar de enamorarme completamente de ti nunca pensé en que fueras los más importante en mi vida, y aclaro a qué me refiero, no a ser la persona especial por la que haces muchas cosas y por quien miras siempre, eso me gusta, me refiero a no ser eso como lo único que importa en tu vida, con eso no puedo, es demasiado para mí; por eso ahora te escribo, porque sé que haces las cosas que te gustan, que vas a los lugares que te gustan y porque sé que ese eres, el chico capaz de muchas cosas, tantas que me da orgullo, aunque nunca lo dije; ese es el I. que siento que perdí, que siento que me aleja y que siento que me evade.

Tuvimos también los episodios de ir y volver, pero pienso que nunca lo intentamos en verdad, como si nunca coincidieramos, era como un juego ¿cierto?, a veces uno quería y a veces era el otro; recuerdo haberte pedido volver y escucharte negar y recuerdo decirme que podíamos intentarlo y yo pensar que ya no lo quería, asi perdimos otro año, porque ese lo perdimos, porque nunca lo intentamos realmente. Me pregunto, cómo hablamos de haberlo intentado y nunca siquiera habernos puesto mínimos sobre los que debíamos funcionar, nunca poner límites y nunca cerrar ciclos. Ahora tú has decidido y de nuevo me siento excluído de esa decisión. No es reproche, hace dos meses seguro te sentiste igual.

Soy sincero cuando digo que no pienso en regresar, eso sería volver a lo mismo que tuvimos, regresar es volver atrás y yo no quiero eso; quiero todo lo que viene, trabajo por lo que viene, a veces rápido a veces a paso de tortuga pero sigo caminando y es en ese caminar, en ese seguir que quiero estar contigo. Soy sincero al escribir que quiero encontrarte en otro momento de tu vida y de mi vida, en un momento en que haya seguridades y fortalezas, tantas como no las teníamos cuando nos conocimos; porque ahora que escribo puedo bajar la guardia y decir que deseo fuertemente que ese encuentro sea maravilloso y que sea lo mejor para ambos. Porque estoy construyendo el G. que siempre imaginé que sería y que había dejado de pensar que podía ser, y eso es lo que quiero que haya aquí cuando nos volvamos a encontrar.

I., te amo mucho y por mucho tiempo eso no lo dejaré de sentir; no disfrutaré sin tu presencia porque vas conmigo a cada momento, porque siempre hay un instante en que te pienso; no dejaré de extrañarte como ahora y te aseguro que si algo queda es la esencia de todo nuestro amor. I., me voy como me lo pides y haré un esfuerzo enorme, el mayor de todos por no ponerte en la circunstancia de negarte, de alejarme, prometo eso, hacer mi mejor esfuerzo.

I., espero encontrarte en el momento preciso, ahí estaré, para lo que sea que venga, amor o amistad, o simplemente una afectuosa presencia.

Te amo.
g

3 comentarios:

pk dijo...

uy, qué fuerte texto.
te mando un abrazo!

Tessitore di Sogno dijo...

Hola mon ami!

Solo para decirte que este texto me ha conovido, sabes estoy medio pedo, no más bien bien pedo, pero no lo suficiente para no cordinar del todo, sabes? el amor es tan difícil de entender, algúna vez me dijiste que es más fácil sentirlo que definirlo y es, justamente lo que hoy cito para decirte que te sientas afortunado por haber experimentado ese mar de emociones, no muchos tienen la oportunidad de sentir hoy en día.

Lo que fué ya forma parte de tí, nunca dejará de ser parte de tí. Vive, siente, ama con plenitud, porque eres un ser chingón y excepcional, al cual admiro y recuerdo con mucho cariño, nunca te conocí en persona pero me he llevado parte de tí, te extraño amigo, siempre serás parte de un tiempo, de un espacio, y siempre te voy a agradecer que al menos por aquí fuiste parte de mi vida.

Eres un amigo inigualable y un ser hermosísimo, pena que soy muy voluble y no me di la oportunidad de comprender que no representas el daño que en su vez me hicieron, sino que eres un amigo invaluable que, tarde comprendí que hay que aceptar a las personas como son, sin encaretar culpas ajenas.

Perdona...

Bueno todo este rollo que te he soltado para decirte GRACIAS y que no quiero que te me achicopales, solo aprende a valorarte, afortunado el que se quede a tu lado, ese le valdrá verga quien llama o quien cede.

Siempre que te sientas triste recuerda que eres mejor que nadie.

Un abrazo, forte!

Muegano. dijo...

Wow! Qué chingón todo lo que escribiste...duele, pero huele a que aprendiste, a que creciste y eso está poca madre, porque lo que siga, solo o acompañado, necesariamente será más chingón, porque eres mejor! Felicidades por esa parte!
Te mando un abrazo!