el problema de echarse el peso de otro encima es que ese ya se había echado anteriormente el peso de alguien más y termina uno cargando si no es que arrastrando el peso de dos o más...
y uno que quiere viajar ligero es el malo de la historia por negarse a llevar a cuestas todo ese peso...
digo, suficiente son mis cadáveres como para tener que lidiar con los de otros...
yo lo que quiero es una tarde un poco fría, algo de lluvia... un manta, un buen libro...
y algunos gatos en la ventana...
8 comentarios:
Es por eso que mi psicoanalista decía que en una cama en la que duermen dos, duermen al menos ocho.
Pues ni modo. Quieres libertad? Ese es el precio: cargar los cadáveres de quien matas, de quien destruyes y de quienes tratas de olvidar.
Lo mejor del asunto es que esos cadáveres, llegan a perder peso, pero se convierten en espectros que de alguna u otra manera, siempre te van a perseguir.
Disfruta tu libertad, baby
Y que los gatos canten poemas de Sabines o canciones de amor desesperado.
Lo malo es cuando esos cadáveres apestan...ahí si aguas, porque es su forma de decirte a gritos que existen que les tienes que dar una buena sepultura. Y cuando haces una buena sepultura simplemente ya no pesan.
En cuanto a cargar cadáveres de otros...sólo lo haría por lástima y compasión y por un rato...Se me ocurren muchas cosas... le mando un saludo.
Que se hace, eso, el morbo de ver como era el cadaver siempre estará, hacerle su autopsia pa ver si hay algo que ayude a morir bien y ser el cadaver de alguien más.
Algo así como meterse una carta sorpresa con detalles de las autopsias y zas, cuando te toque ser manoseado por dentro, entonces, encontraran los más oscuros y sucios detalles.
Hmmmm, yo quiero un retiro, nada de ruidos, nada de distractores, ni música, ni ruido, ni gente, ni sustancias... sólo Nada...
El anónimo está ardido...
i really do not want to care about it.
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