16.11.07

España: edicto real

Yo, Juan Carlos I de Borbón, rey de España, de Castilla, de León, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Menoria, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, y de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano…

Yo, chozno de Fernando VII (1808/1813-33), injustamente apodado El felón por haber tramado el envenenamiento de sus padres para ceñir sobre su testa contrahecha la corona que en Bayona vendió por un duro al Gran Corso, mientras el pueblo se desangraba en su nombre…

Yo, archiduque de Austria, duque de Borgoña, Brabante, Milán, Atenas y Neopatria; conde de Habsburgo, Flandes, el Tirol, el Rosellón y Barcelona; señor de Vizcaya y Molina; rey de Hungría, Dalmacia y Croacia; duque de Limburgo, Lotaringia, Luxemburgo, Güeldres, Estiria, Carniola, Carintia y Würtemburg…

Yo, tataranieto de Isabel II (1833-68), quien junto con Inglaterra y Francia tomó el puerto de Veracruz en garantía del pago por deudas contraídas en las guerras civiles de México (1861), y que luego invadió las islas Chinchas de Perú (1863), y luego se anexionó República Dominicana (1861-65), y luego sometió a cruel bombardeo los puertos de El Callao (Perú) y Valparaíso (Chile, 1865-71).

Yo, Landgrave de Alsacia; príncipe de Suabia; conde de Artois, Borgoña Palatinado, Hainaut, Namur, Gorizia, Ferrete y Kyburgo; marqués de Oristán y Gociano; Margrave del Sacro Imperio Romano y Burgau; señor de Frisia, Salins, Malinas, la Marca Eslovena, Pordenone y Trípoli…

Yo, bisnieto de Alfonso XII, El pacificador (1875-85), hijo de la anterior y de su primo el príncipe Francisco de Asís y no, como se dice, del capitán Enrique Puig Moltó; invasor de Haití junto con Estados Unidos, Francia e Inglaterra (1871 y 1883), quien fue sorprendido en su buena fe en la Plaza de la Cebada cuando unas mozas que lo vitoreaban le espetaron ‘¡Mas gritábamos cuando echamos a la puta de tu madre!’…

Yo, capitán general de las Reales Fuerzas Armadas y su comandante supremo; soberano Gran Maestre de la Real y Distinguida Orden de Carlos III; de Isabel La Católica; de las Damas Nobles de María-Luisa; de Alfonso X El sabio; de Montesa, Alcántara, Calatrava y Santiago, así como otras órdenes menores o condecoraciones españolas…

Yo, nieto de Alfonso XIII (1886-1931), hijo póstumo del anterior, que en el día de su boda salvóse de la bomba lanzada a su carroza por el anarquista Mateo Moral (1906); “pacificador” de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Marruecos; pionero del cine pornográfico en el barrio chino de Barcelona; partidario del falangista Primo de Rivera y destronado en 1931 por la chusma de la llamada Segunda República…

Yo, caballero de la Orden de Javier, de la Anunciada, de la Jarretera y del Imperio Británico (desde 1988); Bailio Gran Cruz de Justicia con Collar de la Orden de Constantino y Jorge de Grecia, y Honor y Devoción de la Soberana Orden Militar de Malta; Gran Collar de la Reina de Saba, y la Dinastía Reza de Irán; Gran Cordón de la Orden Suprema del Crisantemo de Japón; Gran Cruz de la Legión de Honor y de la Orden Nacional de Mérito; Premio Félix Houphouet-Boigny Para la Búsqueda de la Paz de la UNESCO…

Yo, hijo de Juan de Borbón y Battenberg, legítimo y eterno candidato al trono, quien murió de tristeza por mi fidelidad al Caudillo y a los Principios del Movimiento Nacional…

Yo, a quien acusaron de traicionar a los golpistas del 23 de febrero de 1981…

Yo, partidario de la incorporación de España a la OTAN por mediación de Washington y mi fiel vasallo Felipe González (1986)...

Yo, beneficiario de un crédito de 100 millones de dólares del príncipe de Kuwait para que los aviones de Estados Unidos puedan aterrizar en nuestro suelo durante la guerra del Golfo (1991)…

Yo, socio de los implicados en el escándalo del banco Ibercorp (1992), que se quedaron con el dinero de centenares de ahorristas...

Yo, señalado junto a mi dilecto José María Aznar co responsable en los negociados de la petrolera francesa Elf (2003)...

Yo, quien tanto hizo por el Grupo Santander Hispano y Repsol a fin de apoderarnos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Argentina...

Yo, amigo de Mario Conde, director del intervenido Banesto y ‘banquero de la monarquía’...

Yo, íntimo del príncipe Zourab Tchokotua, de Georgia, procesado en un tribunal mallorquí por presuntas estafas inmobiliarias...

Yo, incapaz de enfrentar a un novillo pero matador, en 2004, de una osa preñada perteneciente a una especie en extinción a la que mis amigos rumanos emborracharon con vodka y miel para dar en el blanco…

Yo, reunido en esta Capitanía General junto a mi fiel José luis Rodríguez Zapatero y tantos de mis vasallos que, sabiamente, retornan poco a poco al redil de la Madre Patria tras sus locas aventuras libertarias… Yo, el rey, os ordeno, Hugo Chávez, a que te calles en nombre de los principios, la moral, la tolerancia y la decencia de las gentes de razón.

Dado en Santiago de Chile, 10 de noviembre de 2007

José Steinsleger

9 comentarios:

Raúl Uribe dijo...

Me encanta, me encanta. ¿Quién le dijo a este hijito de puta con corona que puede mandar callar a quien se le de la gana?

Y aún así, si Chávez callara, serías las piedras las que comenzarían a hablar.

Yago dijo...

Me gustó, informativo. Es bueno conocer a los hombres por sus actos.
Después de leer esto, creo que en verdad no estaba en la posición de callar a nadie.

pk dijo...

el piche steinsleger, je.

buena cita. debo decir que me emocioné al inicio pensando que era un texto tuyo.

abrazo

Swirlies dijo...

Yo sólamente digo que las reuniones diplomáticas no deberían ser peleas de viejas verduleras ni concursos de ver quién tiene la conciencia más cochina.

¿Por queeee no se caaaaallaaaaaan?

Silencio dijo...

A mi la neta no se que me ofende más si chavez y sus cabras que se empiezan a botar o el rey, ahhh si como calla y como calla cuando su país apoya a la guerra. No pensandolo bien si fuera el papa dudaría, el rey, pues... pinche rey, lo unico neto de los reyes era que antes usaban veneno en lugar de cualquier intento de dialogo. Debería hacer eso el rey y organizar una mega pachanga, con cerdos, aves, vino y veneno, al menos podriamos hacer un borron y cuenta nueva.

Muegano. dijo...

Juntacadáveres! Eres la netaaa! No puedo decir nada sino: A huevooo! ;)

Tango dijo...

Claro queda que los discursos comunistas son iguales que los monárquicos. Largos, ostentosos y ególatras. Si no es la revolución es la decencia ¡Qué horror! Para variar, quedó de lado tanto para la prensa como para los mandatarios el verdadero sentido de la cumbre, la cohesión social, y el programa unificador previsional en toda latinoamérica. Ni a Chavez, ni al rey les importan sus respectivos pueblos. Que se callen los dos.

Espero que tú estés bien

Saludos.

Fer Nando dijo...

Hola:

El tema es que el rey no mandó a callar a nadie... Preguntó, con toda la educación de la que es capaz una persona muy enojada y, seguramente, algo influida por su avanzada edad, "¿por qué no te callas?", que no es lo mismo que decir "¡cállate!", o "¡cállate, coño!", o incluso "¿por qué no te callas, coño?".

En definitiva, Chávez calló al día siguiente de perder el referendum, cuando ya no le era funcional el exabrupto del rey.

Unknown dijo...

Jejeje, me ha gustado mucho, encontré tu blog como se encuentran tantas cosas por internet, navegando y navegando y no sé de donce vine, pero ha aterrizado aquí. Me gusta lo que escribes y como lo escribes.
Ánimo desde Velilla de San Antonio, un pueblito cerca de la capital del reino de España.